Composición química
Para empezar, es necesario hablar de las diferencias más evidentes que hay entre los envases desechables tradicionales y los envases desechables biodegradables, notando que una de las más indiscutibles sería la diferencia en su composición.
Los envases desechables de toda la vida están formados en su mayoría por plástico, un polímero formado por macromoléculas, compuestas a su vez de componentes orgánicos integrados, principalmente de azufre, carbono, cloro hidrógeno, oxígeno, nitrógeno, fósforo y silicio.
El hecho de ser un polímero le da al plástico la posibilidad que tiene de ser maleable y tomar casi cualquier forma. Sin embargo, sus propias moléculas le impiden descomponerse en el corto plazo.
En con traste se encuentran los envases desechables hechos a partir de materiales biodegradables. Un material se considera biodegradable siempre y cuando cumpla con la condición de descomponerse en biomasa y nutrientes, ya sea por causa de procesos físico-químicos naturales o como resultado de agentes biológicos.
En consecuencia, con lo anterior, los desechos biodegradables se descomponen después de cierto tiempo, aunque siguen teniendo la capacidad de tomar prácticamente cualquier forma al igual que el plástico.